Los aparcamientos suelen ser un infierno,ya que lo primero que tenemos que hacer es buscar un sitio, luego realizar maniobras e intentar no dar al los demás coches.
Pues todo esto podría cambiar en un futuro y ya tenemos la primera solución. Se llama ‘Stan’ y es un robot autónomo aparcacoches.
Su uso permitirá ampliar las plazas de 170 a 270
‘Stan’ es impulsada por la empresa Stanley Robotics. Con este sistema, el conductor deja su coche en una cabina, recoge sus maletas y espera a que un robot recoja su vehículo y lo aparque en el lugar que mas le beneficie tanto por cercanía o por el tiempo de regreso de la persona, y que se pierda el menor tiempo posible. Cuando sea la hora de volver a casa, vuelve a dejar el coche en la misma cabina donde lo recogió días antes.
La idea de ‘Stan’ es sencilla, se trata de un robot equipado con una plataforma que se encarga de levantar y mover los coches para llevarlos a un sitio dentro de un aparcamiento,es decir realizar el trabajo de una grúa, lo mejor de todo es que no se necesita dejar las llaves o que el coche esté encendido.
Este robot ya ha sido usado en pruebas piloto tanto en el aeropuerto Charles de Gaulle de París, en 2016, como en el aeropuerto de Lyon, Francia, en 2017.
Según la compañía, ‘Stan’ supero las expectativas, ya que, según la compañía, su mayor ventaja es que se amplía la capacidad de los aparcamientos al no necesitar que los coches abran las puertas o se necesiten carriles o espacio adicional que permitan el movimiento de los vehículos durante todo el día.
Pero no puede operar solo, se necesitan instalaciones acondicionadas especialmente para su operación y un sistema automatizado de aparcamiento para los clientes. En primer lugar, sólo está diseñado para aeropuertos, donde el cliente tendrá que llegar y dejar su coche en una cochera donde encontrará una especie de quiosco, donde tendrá que capturar sus datos personales y de su vuelo, así como realizar el pago correspondiente.
Una vez con la información, el coche es etiquetado para que se lo lleve hasta su sitio dentro del aparcamiento, el cual dependerá de cuándo vuelva el cliente y así se pueda tener el coche listo para ser recogido. Por cierto, dentro del aparcamiento está prohibido el acceso a las personas, tanto por seguridad de ellas como de los vehículos.
Es capaz de mover coches de hasta 5,5 metros de largo y con un peso de hasta tres toneladas. El robot tiene la capacidad para recoger el coche por la parte delantera o por la trasera, lo que hace que no requiera realizar muchas maniobras dentro del aparcamiento.
Ahora, el aeropuerto de Gatwick, en Londres, acaba de cerrar un contrato para que empiece a operar en agosto de este año, lo que marca la primera vez que el robot sale de su país natal.
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